Comenzar el día con un desayuno saludable es fundamental para tener energía durante toda la jornada.
Si bien es cierto que en el ritmo frenético del día a día nos olvidamos de la importancia de dedicarle el tiempo necesario. Es fundamental no saltarse el desayuno e intentar que sea nutritivo y saludable, por ello se recomienda que sea lo más equilibrado y variado posible, destacando especialmente la ingesta de alimentos naturales y sanos como frutas, verduras, cereales o tubérculos.
Con un buen desayuno se obtiene un aporte importante de nutrientes, vitaminas, zinc, calcio o hierro, entre otros.
Dedicar unos minutos a un desayuno saludable supone un montón de beneficios físicos y anímicos que afectan, desde a la energía que tenemos para afrontar todas las actividades del día, hasta el estado nutricional y anímico, ya que supone una mejora en el estado físico y de ánimo. Todo ello sin olvidar que es un hábito fundamental para la salud y el bienestar personal.
Como vemos por las recomendaciones, no solo las frutas o los cereales tienen cabida en la primera comida del día, sino que las verduras también pueden tener su lugar en el desayuno; permitiendo cumplir con el consejo de la OMS sobre la importancia de consumir a diario cinco raciones de frutas y verduras para ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes del adulto y algunos tipos de cáncer.
Desayuno de verduras, fácil, saludable y divertido
Si uno piensa en comer verduras lo hace como plato para el almuerzo o la cena, pero también se pueden incorporar al desayuno. Al principio, puede resultar extraño tomar verduras por la mañana, pero como todo, es cuestión de acostumbrarse. Empezar el día con una buena ración de verduras puede resultar un estupendo hábito que permita repartir el consumo de vegetales a lo largo del día, logrando así consumir las raciones recomendadas por la OMS.
Hoy compartimos varias alternativas para incorporar verduras desde primera hora del día, y como por la mañana, vamos con el tiempo justo, la propuesta es que sean verduras congeladas, que aportan diversidad, rapidez y comodidad a la hora de realizar platos con verduras.
En este sentido, las verduras congeladas son la opción perfecta para ahorrar horas en la cocina, sin tener que renunciar a la preparación de las recetas culinarias más sorprendentes y sabrosas. Además, son tan nutritivas o más que las frescas.
Esta afirmación es sencilla de explicar; el producto fresco puede llevar almacenado semanas, mientras que el producto congelado es procesado justo después de su recogida.
Además, al estar ya listas en el congelador permiten consumir la cantidad deseada, ya que están limpias y cortadas, elementos clave para ganar tiempo por las mañanas a la vez que se disfruta de un buen plato de verduras.
Batidos, zumos o smoothies: alimento de fácil consumo que nos ayuda a cumplir con las recomendaciones de frutas y verduras, y también a mejorar nuestro organismo por dentro y por fuera. Por ejemplo los batidos verdes, realizados con verduras de hoja verde como acelgas y espinacas, se convierten en auténticos cócteles de vitaminas y minerales, fibra y antioxidantes.
Revuelto de verduras: un plato que combina productos de origen animal con verduras, sin duda, una estupenda forma de comenzar la mañana. Una opción rica en proteína, grasas saludables, vitaminas y minerales, fácil de cocinar y que gusta a todo el mundo.
Panqueque de verduras: una sana opción que nos permitirá servir en la mesa una combinación de los nutrientes necesarios para encarar el día presentada de una forma muy atractiva.
Tortilla de verduras: otra alternativa de tomar huevo y verdura. Una tortilla siempre es garantía de éxito, y si encima es de verduras permite comenzar el día de la forma más saludable.