Concretamente, lo que más se tiró, con diferencia, fue la fruta (27,6%), seguida de la verdura fresca (15,1%).
Los hogares españoles tiran cada día 3,7 millones de kilos de alimentos, lo que se supuso 1.326 millones de kilos de basura en 2015, casi el 5% del total de productos comprados. Así se desprende Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares, publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el marco de su estrategia «Más alimento, menos desperdicio».
El estudio permite cuantificar los alimentos sin procesar que se desechan, por deterioro o caducidad, y los cocinados que se eliminan por sobrar o por deterioro. Los datos reflejan que 8 de cada 10 familias desperdician alimentos frescos y 3 de cada 10 dejan que se les ponga malo algo de lo que han cocinado. Lo que más se tiró, con diferencia, fue la fruta (27,6%), seguida de la verdura (15,1%) y el pan (5,4%).
También se identifican los períodos del año en los que es más frecuente el desperdicio de alimentos. La primavera y el verano son las estaciones en las que se compran y cocinan productos que se deterioran más rápidamente, lo que se traduce en un 10% de alimentos en la basura.
Desde ASEVEC, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia que tiene el tipo de consumo que hacemos, queremos hacer especial hincapié en la ventaja que tiene consumir verduras congeladas en vez de frescas.
Gracias al proceso de ultracongelación, basado en un método de producción eficiente, con bajo impacto ambiental, se reduce el porcentaje de residuos orgánicos. Esto permite que el producto, además de llegar a los hogares limpio y troceado, no genere desperdicios ya que duran mucho más tiempo que lo frescos.